VÍCTOR SALAMANCA

¿Cómo ayuda un psicólogo en una empresa?

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En todos los espacios de trabajo hay un denominador común, personas conviviendo.

Pues bien, aunque no

lo parezca, lo cierto es que se nos olvida que los trabajadores tienen una vida más allá de su puesto de trabajo. Tristezas, problemas, felicidad… noticias que deben aprender a gestionar de forma óptima. Además, en el trabajo estamos sometidos a mucha presión, no solo por parte de superiores y/o compañeros, si no presión propia por querer mejorar y crecer profesionalmente, por no mencionar el conocido estrés laboral.

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Los trabajadores que consiguen tener una situación mental más sana y sin problemas consiguen rendir más en el trabajo. Es lógica pura, ya que una persona con menos problemas prestará más atención a las tareas que realiza, consiguiendo mejorar su productividad.

 

La psicología en el trabajo consigue mejorar el ambiente laboral y el espíritu de equipo. Gracias a técnicas de psicología se puede trabajar en estrechar vínculos profesionales y trazar mejores relaciones laborales. Piensa que esto es fundamental ya que pasamos la mayor parte del día rodeados de nuestros compañeros. Un ambiente laboral sano propiciará que los empleados trabajen mejor, repercutiendo también en la productividad.

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Cuento con más de 15 años de experiencia en el ámbito de la psicología aplicada a la empresa. Aportando las herramientas específicas que necesitan las personas, he visto en primera persona como cada trabajador ha desarrollado su potencial dentro de los equipos, permitiendo un crecimiento personal y social entrenando sus habilidades.

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Me apasiona lo que hago, y por ello mi trato es cercano y transparente. Creo que lo que hago cuenta, y trabajamos para que marque una diferencia. Con una amplia trayectoria formativa y profesional, abordando el desarrollo humano desde diferentes enfoques. Esto me permite una visión amplia e integradora de las distintas herramientas y su eficacia.

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Todos los cursos son participativos. No son clases teóricas unidireccionales. Se procura que sean transformadores en sí mismos y una experiencia que marque y cale a los participantes. Hago hincapié en que las herramientas sean prácticas y útiles, no solo teóricas. Fomento el diálogo y la conexión entre los participantes.

He comprobado que un porcentaje altísimo de los conflictos en las empresa son por falta de comunicación, problemas no resueltos, desconocimiento de los demás, sus intenciones, prioridades, miedos, valores, aspiraciones, etc.

Creo profundamente en la capacidad del ser humano para transformarse y llegar donde se proponga. Sólo hay que unificar el “hacia donde” y el “cómo”.

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La mejor referencia es la opinión de mis clientes. Su confianza y cariño son mi insignia de calidad.

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